barriga bien a la vista
de "El príncipe y la corista",
gran culo en el guirigay
con Lemmon haciendo el gay,
vaquero de amplio contorno
en el "Río sin retorno"...
Si Marilyn es perfecta,
que esté gorda no le afecta,
al contrario, es un adorno.
("El príncipe y la corista", Laurence Olivier, 1957)